Pedraza de Yeltes -Ilusión y esperanza

Con tono pausado, relajado, a media voz, así se presentó en la Asociación del Toro de Madrid el representante, José Ignacio Sánchez, de una ganadería que genera muchas expectativas, Pedraza de Yeltes.

Para hacer un resumen de lo vivido podemos dividirlo en tres apartados, aprovechando las diferentes facetas de José Ignacio: Como ganadero, como profesor de escuela y como torero.

Como Ganadero:

De esas palabras que llegaban directas de la sinceridad más pura, con las ideas muy claras, nos explicó José Ignacio el porqué y el para qué de este hierro.

Su principal adjetivo es la ilusión. Ganaderos por pasión, por afición y con la ilusión de crear algo en lo que ellos se vean identificados.

Dicen buscar un toro con personalidad propia, bravo, encastado y que de juego en los tres tercios, queriendo coger por abajo. Tienen claro que el caballo es prueba de fuego indispensable en la estricta selección animal que están llevando a cabo, ya que, en palabras de José Ignacio, si dejas un toro extraordinario en la muleta pero que no da bien en el caballo, a la larga lo acabas pagando. “Buscamos un toro que pida el cané al profesional”.

Ante la pregunta de Faustino, Rosco, al gestor de este hierro, José Luis Rodriguez, “¿Sabe que si cría el toro que nos está diciendo, las figuras no se apuntarán a sus corridas?” La respuesta no dejó de ser graciosa… “Se lo voy a decir en pocas palabras… ¡Qué se le va a hacer…!”. “Nuestra intención es hacer el toro que nos haga disfrutar a nosotros. Entiendo que haya ganaderías que tengan que sacar 20 corridas de toros y dependan de esas cosas pero nosotros, con 4 o 5…”. “No tenemos intención de vivir del toro. No nos interesa sacar un torito o un toro mocho. Llegaríamos a ser capaces de ver el toro sólo en el campo y no llevarle a la plaza”. “Y este señor (refiriéndose a José Ignacio) solo tiene una orden, sacar el toro que nos guste a nosotros, que si nos gusta a nosotros le gusta a todo el mundo”

Como Profesor:

Se habló sobre las escuelas de Tauromaquia, aprovechando que José Ignacio es profesor en la de Salamanca. El torero defendió que las escuelas no son malas, sino todo lo contrario. Ante las exposiciones de Gloria Sánchez Grande, que se sentó en la mesa el día de su cumpleaños, sobre que las escuelas son una fabricación en serie de toreros cortados por el mismo patrón, José Ignacio argumentaba que allí se les enseña lo puro, lo que se debe hacer y como se debería hacer, pero luego cada chaval desarrolla su personalidad. Puso el ejemplo de varios chavales que tienen muy diferente forma de hacer, habiendo estado todos bajo sus enseñanzas. Gloria le hacía reflexionar sobre el estado del escalafón novilleril, dejando entrever que es un problema que hoy haya pocos novilleros que generen expectativas, y esto puede radicar en la forma de entender y hacer de los jóvenes que salen de escuelas. José Ignacio se mostraba en desacuerdo con esta exposición apoyado en la firme convicción de que “esto es cuestión de épocas”. Hay épocas mejores y otras no tan buenas de chavales, pero no porque sean máquinas idénticas de torear. 

Mucho que debatir y seguramente ambos tengan su parte de razón. Lo que si que es cierto es que mientras alguien esté en una escuela taurina sabrá valorar lo que es el mundo del toro y NUNCA saldrá un antitaurino.

Como torero:

Se hicieron referencias a esa mano izquierda con la que enamoró a la plaza de Madrid. Al preguntarle si seguía poniéndose delante, entre vergüenza y timidez, nos contaba que hoy en día no puede por la lesión que le retiró de los ruedos y que le impide mantener con seguridad la muleta en la mano derecha. Pero que se puso un día delante de una vaca con la mano izquierda y se sintió bien, aunque reconoce que ponerse delante del animal acarrea sensaciones que acaban mal… porque si no se encuentra bien, se va jodido, y si se encuentra bien también mal porque quieres más… De buena persona es lo que dejó entrever cuando aseguraba “¿yo, para qué, para qué pegarles tres muletazos a una vaca cuando sé que hay chavales deseando dárselos?”

Personalmente decir que la sensación transmitida tanto por José Ignacio como por José Luis fue muy positiva. Veremos los resultados en el ruedo, pero cuando las cosas se hacen con la máxima ilusión, por y para la emoción y el disfrute de los aficionados, se nota.

Enhorabuena y Suerte

Jote