Madrid 20ª de Feria de San Isidro - Tres Cuartos de Plaza
Esta tarde teníamos alicientes para ver la corrida con atención. Estaban en la terna el matador de toros más veterano, Frascuelo y un torero muy esperado por su reciente gesta en Nimes, Javier Castaño.
Al final del paseíllo el público venteño dedicó una ovación al matador madrileño de 63 años de edad.
Abría cartel Carlos Escolar Frascuelo. Con un toro que llevaba la cabeza alta, no humillaba nada, mirón, descastado y sin fondo. Ignacio Garibay probó un quite por delantales del que tuvo que desistir. En su segundo, le cayó en suerte otro carriquiri descastado, noble, con algo más de recorrido que su primero pero que no dió opciones a lucimiento. Pobre lote de Frascuelo, sin opciones.
Ignacio Garibay lidió con un lote mejor que el de su compañero pero todo quedó en el caballo. Se le pegó en exceso y el poco fondo que denotaban segundo y quinto quedó bajo el peto del picador.Al segundo de la tarde, manso, noble y con cierto recorrido se le tuvo que picar en la puerta de chiqueros. En el quinto vimos un toro cinqueño muy serio, atacado de kilos, con más movilidad que los anteriores pero al que se picó en exceso. Llegó a salir al medio del ruedo el caballo de Briceño. Destacó Fernando Galindo en la lidia. Paró al toro de comienzo y bregó de manera excepcional. El toro en la muleta fue rebrincado, se movía pero acabó rajándose. Una lástima los tercios de varas en ambos toros...
El tercero en el cartel era uno de los más esperados en esta semana llamada "torista". El salmantino Javier Castaño. Había ganas de verlo en Las Ventas. Tuvo un primer toro que fué el peor de la tarde. No por parado, sino por peligroso. Le buscaba continuamente, parado, protestaba en cada lance, llevando la cara suelta. Pero cosas de los toreros. Cuando uno está con la confianza y el sitio cogido le pega dos pases buenos a cualquier cosa. Se cruzó completamente, con temple y firmeza, dejando clara su percepción del toreo clásico. En el que cerraba plaza vimos lo mejor de la tarde. Javier Castaño y Tito Sandoval nos brindaron un tercio de varas para el recuerdo.
El matador dejó al toro largo una primera vez, y fué al caballo. Lo colocó otra segunda un poco más largo y, tras mover bien el caballo el varilarguero acudió de nuevo al caballo de largo. En plena apoteosis se acercó Javier Castaño a su picador y le propuso realizar la suerte de nuevo dando la vuelta a la vara, solo marcar. Se llevó al toro aún mas largo y después de que Sandoval moviese el caballo y citase desde el 7 al burel, este arrancó de nuevo. El público enloqueció ante tal espectáculo y el picador se desmonteró por ello. En banderillas tras un gran par de David Adalid y una buena brega, saludó el resto de la cuadrilla. Castaño comenzó la faena. Sabiendo que había exprimido al toro en varas exigiendole acudir a los cites. Aunque bien es verdad que en ninguno de las entradas al caballo el toro peleó. Siempre rehuyó la pelea. Llegando a poner los cuernos en el cuello al caballo en el tercer cite. Con la montera enroscada se puso muy firme. Sacó al toro a pies juntos y le sacó a tercio. Tras dos tandas con pureza, a favor del toro, firme y generando olés rotundos, el toro se apagó. Ante la falta de movimiento llegó el arrimón. De valor era sabido que iba sobrado el salmantino, pero lo dejó claro una vez más metiéndose entre los pitones. Media estocada tendida y descabello le privaron de oreja pero le hicieron valedor de una vuelta al ruedo. Se palpan las ganas de ver a Castaño con la de Cuadri.
Toros de Carriquiri. Flojos, descastados, rajados. Muy peligrosos 1º y 3º. Nobles 2º y 4º. Se aplaudió al sexto en el arrastre tras un tercio de varas vibrante, aunque no de bravo, rehuyó la pelea.
Carlos Escolar Frascuelo (Crema y Oro) Silencio en ambos.
Ignacio Garibay (Caña y Oro) Silencio y Silencio tras aviso.
Javier Castaño (Azul Pavo y Oro) Ovación y Vuelta al ruedo.
El detalle: Varios en este día. Sin duda el tercio de varas de Tito Sandoval. La brega de Fernando Galindo en el quinto. Pero me quedo con los dos detalles de Javier Castaño. Toreó con la montera calada a su segundo toro y se la echó al hocico al apuntillar, dando lugar a una estampa preciosa.
Fotografía Alberto de Isidro: http://www.alrededordeltoro.com/
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