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" Arte y Claro" es un blog con aroma taurino en el que daré rienda suelta a mi pasión por los toros. Bienvenidos.

lunes, 15 de octubre de 2012

¡Hasta Pronto, Misericordia!


Acabó la Feria del Pilar. Mi primera. Nunca había estado en esa Plaza y reconozco que me he quedado sorprendido con muchas cosas. La mayoría para bien. Las instalaciones sobretodo, aunque se hecha de menos una sala de prensa en la que poder trabajar. Este coso merece un respeto de un empresario que esté a la altura de la que, para mí, es una de las más cuidadas, preparadas, limpias y accesibles de todas las plazas en las que he estado. Imposible no encontrar el asiento, perfectamente numerado. El programa de mano no se hace imprescindible en una plaza en la que se anuncia todo durante la lidia en los dos carteles electrónicos. La cubierta con extracción de agua. Lo guapa que luce recién pintada. Las cuevas que se están rehabilitando en lo que era el pasillo interno de la antigua plaza… Bonita, muy bonita esta plaza de la Misericordia.

En cuanto a lo exclusivamente taurino, en el ruedo… Gran día, aunque no hubiese trofeos, el del encierro de los Peñajara con el mano a mano Robleño – Castaño. El espectáculo de David Adalid y Tito Sandoval de esa tarde nos dejó un gran sabor de boca, acaparando sendos trofeos de la feria.
La corrida de Ana Romero fue en la que se pagó una vieja deuda de hace un año, adjudicando al mejor toro de la feria a “Flameado”. Y en la que descubrí a un grande. Antonio Gaspar “Paulita”. Dejé claro lo que pensaba sobre él en mi anterior entrada. Qué composición, que mando y que colocación tuvo el aragonés… Pena de aceros. Pero ya entrará Toño, ya entrará.
Del resto de la feria recordar las ganas y las formas de Gómez del Pilar, el faenón de El Juli a su segundo, el buen hacer de Jiménez Fortes a pesar de su lote, y la vuelta de Juan José Padilla a este lugar.

Emotivo, muy emotivo ha sido el regreso del Ciclón de Jerez a esta plaza. Verle abrazado a su hija tras una vuelta al ruedo despaciosa, disfrutada, saboreada… nos emocionaba. Se merecía tomarse su tiempo Juan José, pues la última vez se fue demasiado pronto. Esta vez le robó al tiempo esos minutos que hace un año le fueron robados a él. En su segunda tarde abrió la puerta grande por primera vez en la feria. Excesivo premio, cierto. Zaragoza es, y tiene que seguir siendo, una plaza de primera. El maestro Padilla seguro que no quiere que se le regalen apéndices, pero esto para mí, solo por esta vez, va a ser lo de menos. Me alegro de volver a verle aquí. De que haya cerrado ese ciclo, en el mismo lugar en el que empezó. ¡Enhorabuena Juan José!

Muchas tardes compartidas con Alberto Barrios, Carlos y Náyade Moncín, Cebollada, Galán, Alberto Simón… Días en los que la afición te hace entrar en la plaza a las doce de la mañana y acabar de editar, y enviar a las once de la noche. Todo esto une. Hablar con Ángel Solís de toros y coincidir en muchos conceptos te hace ilusionarte. Discutir sobre otros, también. Siempre dispuesto a ayudar cuando se le llama. Enterarte de las mil cosas que tiene de primera mano Elena Pérez te hace caer del burro de muchas otras. ¡Gracias a los dos!
Ganarte la amistad de Carlos, el mayoral de la plaza de toros. Gran persona, siempre sonriente y con buenas palabras, un auténtico crack. Manolo, que, a pesar de estar desbordado, siempre nos ayudaba con la sala y sacaba unos minutos. Y Jesús Arruga. Que decir… Que ha sido la cara visible para todo y para todos. Que me ha ayudado siempre que lo he necesitado y que esas cosas no se olvidan.


Me he traído muchas cosas buenas de este Pilar 2012. Espero que el de 2013 sea diferente en muchas otras, los entresijos no se cuentan, pero se saben…

Texto: Jote
Fotografía: Náyade Moncín y Jote

lunes, 8 de octubre de 2012

La Extraña Intuición del 42


Plácida mañana en Zaragoza, llegamos pillados al sorteo. Cuando ascendemos por las escaleras hacia la parte superior de los corrales nos encontramos con Carlos, el jefe de esa zona, gran persona y siempre amable con todo el mundo.

Nos acercamos a las ventanas para ver los “Anaromeros”, desiguales, bonitos, cárdenos claros, oscuros, entrepelaos... “Qué bonito el 42” Le digo a Náyade. Giro la cabeza y veo a Antonio Gaspar " Paulita". En ese momento me sale valor, no se de donde, para preguntarle: "Torero, bonito día hoy, ¿cual va a ser el lote?" El torero me contesta: " 32 y 42". Tas revisar visualmente de nuevo durante unos segundos el lote, vuelvo a sacar ese valor escondido y le digo: "El 42 va a ser". Me clava la mirada el maestro y me repite despacioso: " Ese va a ser".

Su mirada y la despaciosidad al repetir la frase, dejaban claro que mis palabras le habían llegado. Miré al 42 de nuevo, a Náyade después y le dije: "Estoy seguro, ese va a embestir, ese va a ser. Lo merece".

Después de saludar a conocidos y amigos por la plaza, nos dirigimos a un restaurante cercano al coso y nos cruzamos de nuevo con Toño. Unos minutos de charla entre él y  D. Ángel Solís nos hacían disfrutar y aprender. El torero siempre sonriente, nos dijo que iba al hotel y nos miró de nuevo. Con la absurda intención de generarle confianza le dije que recordase el 42, ese tenía que ser. Rió Paulita.

Bajaba el sol, llegaba la tarde y nosotros a la plaza. En el patio de cuadrillas me fijo en su cara, en su semblante y lo encuentro TORERO. Veo en sus ojos ese brillo de quien está concentrado y con ganas. Recibe sentidos abrazos de amigos, ánimos de periodistas, fotógrafos y admiradores, se le intuye nerviosismo contenido. Ese traje de luces nazareno y azabache estaba a punto de salir al ruedo y me acerqué a desearle que el toro embista, la suerte para otros.


Cuando el toreo gitano del aragonés salió al ruedo nos embelesó, conseguía transmitirnos ese pellizco del toreo de arte, pero esta vez ante Anaromeros, nada menos…

Dos quites en sendos toros de Bautista para paladares exquisitos nos dejaba un dulce sabor, que torero estaba…

Yo en el callejón con Náyade y Carlos Moncin, Alberto Barrios y Toni Galán cuando sonaban los clarines para que saliese mi apuesta, el 42, que llevaba grabado en la mente desde por la mañana y con el que me sentía como si yo fuese el ganadero. Quería que embistiera, que acudiera pronto al cite, que descolgara la carita humillando y que transmitiera al tendido. Pues casi hago pleno. Gran animal. Acudía pronto al cite, tenía un son que transmitía emoción al tendido y metía la cara. En varas, hasta tres veces y con emoción. En banderillas tres buenos pares de Téllez y Arruga hacen desmonterarse a la cuadrilla. Que bonita brega, que bien cuidado. La extraña intuición había acertado esta vez, ya no era un “ese va a ser” es que “estaba siendo”. Antonio seguía muy torero, se sentía, le daba espacio y lo citaba con la muleta alante, metía riñones, componía como a pocos he visto. Emoción, mucha emoción con el son del animal y el trato del torero. 

Por el izquierdo algo peor, pero la vuelta a la mano derecha hacía retornar el sentimiento. Yo con los pelos de punta durante toda la lidia. Faena muy importante, tan importante como para que sea desmerecida por la espada. La suerte debía habérsela deseado para este momento, pues no la tuvo. Posiblemente las ganas, el arranque pronto del toro que parecía muy despierto aún y algunas voces del tendido, hicieron a Paulita precipitarse. Pero no puede quedar empañado por los aceros. Cabeza alta Antonio, pues el toreo fue de altura.

Una vez finalizada la corrida nos dirigimos hacia el patio de cuadrillas y allí me lo encuentro. Tremendamente emocionado, abrazado a un ganadero. Después de ese abrazo me cruza la mirada, se viene hacia mí y nos cogemos. Yo a él de la cara, él a mi de los hombros, y me dice: “¡Lo dijimos!, ¡Lo dijimos!, Ese era, el 42 era…”. El torero emocionado se mete en la furgoneta. Yo, aún emocionado recuerdo esas palabras y todo lo acontecido.

Nunca olvidaré esta intuición hecha realidad. Pero si he aprendido una cosa, la próxima vez le desearé que embista y suerte.

¡¡EnhorabuenaTorero!!

Texto: Jote (José Manuel de Frutos)
Fotografía:  Náyade Moncín - Alberto Barrios

domingo, 7 de octubre de 2012

El valor de LA LIDIA

Doloroso. Muy doloroso es mirar al tendido del Coso de la Misericordia y ver 1/3 de entrada cuando el cartel es el que es... Aquí hay que hacer un estudio claro y ver donde se falla. ¿El precio? Quizás... ¿La fecha? Tal vez... ¿El cartel? ¡Desde luego que no!

Cuando pisan el albero Javier y Fernando uno ya intuye lo que van a ser las lidias. El tercio de varas, el espectáculo en banderillas... Lo que no es tan previsible es el fondo de los animales. 

Desde aquí me gustaría reivindicar el valor de la lidia. Hay estocadas que por si solas son merecedoras de trofeo en muchas plazas. Lo que hoy hemos visto de Tito Sandoval, David Adalid y Raúl Blazquez debería serlo exactamente igual. Más aún cuando el matador se arriesga a quedarse sin toro para la faena de muleta en favor del espectáculo y la emoción del aficionado.

Fernando Robleño estuvo hecho un tío, como es habitual en el madrileño. Con el primero de la tarde solo el detalle de torería al sacarlo a los medios es digno de mención, ya que el animal no sirvió. Toro parado de sosa embestida, sin tranco ni transmisión.
Su segundo fue un toro con muchísimo peligro, que peleó en varas con celo y se dolió en banderillas. Peligroso en la muleta con continuas miradas. Tragaba mucho Robleño y demostraba valentía. Papel que tuvo que hacer extensible en el quinto de la tarde. Faena muy meritoria, animal que exigía mando y dos machos bien puestos. Los tenía Fernando y si no llega a ser por los aceros, hubiese tocado pelo. Una lástima el problema con la espada. Llegaba a entrar más de media pero salía rebotada sin tener una explicación clara. 

Javier Castaño toreó templado su primero, acompasando una lenta embestida. Faena de las que yo llamo "de sujetar". De sujetar el toro en pie, porque la falta de fuerza era evidente. El animal se paró y Javier no tuvo opción alguna.
Con el cuarto de la tarde llegó lo mejor de esta importante cita. El matador actuó como el cree y entiende el toreo. muchas veces expone al animal, lo luce, lo arriesga todo a pesar de correr el riesgo de quedarse sin toro. Puso el burel en largo hasta tres veces. Tres varas de Tito Sandoval. Que manera de lanzar la vara, de colocar y de levantar. Todo en segundos. Ninguna de las varas castigó al toro, pero la manera de cogerlo con el galope que llegaba al caballo... Excelente Tito Sandoval, difícil que le quiten la mejor vara de la feria. 
No quedaba aquí el espectáculo, acababa de comenzar. Tres grandes pares pares con torería, dos de ellos de un seguro en este arte de parear, David Adalid. Andándole al toro de frente y exponiendo con el toro parado. Gran brega de Raúl Blazquez, más en torero de oro que de plata en muchos capotazos. se desmontó toda la cuadrilla, merecidamente, sin duda. Javier brindó la muerte del toro a su compañero de tarde, Robleño. Aquí acabó el espectáculo ya que el animal se había vaciado. 
El último de la tarde fue un animal flojo al que toreó Castaño con la montera calada. Toro sin son, flojo, sin fuerza, descastado y sin clase. Sin opciones e impotente acabó el salmantino.

No puedo acabar de hablar sobre esta tarde sin mencionar varios detalles entre los dos matadores. El aura que generan estos dos matadores en un mano a mano es algo muy especial, algo indescriptible pero perceptible por el buen aficionado. Tras desistir del quite Robleño en el cuarto toro, con una mirada a Javier y encontrar afirmación, lo colocó de largo para un espectacular tercer puyazo de Tito Sandoval. Javier se acercó a Fernando y se dieron un abrazo. Gracias a ambos por transmitir mucho más que las ganas de un trofeo, por transmitir TORERÍA.

Crónica: JOTE